Rara vez varían las dos primeras preguntas que haga la persona interesada en comprar un coche usado. Cuánto cuesta y cuántos kilómetros tiene son dos cuestiones intrínsecas a la compraventa de automóviles. No nos atrevemos a poner en duda la cuestión monetaria. Su importancia es francamente incuestionable. No nos pasa lo mismo con el kilometraje.
Se pregunta por el kilometraje queriendo profundizar en el uso que se le ha dado al vehículo de segunda mano y escudriñar el estado de su mecánica. Sin embargo, el kilometraje no aporta tanto información como se puede pensar.
Empecemos con un ejemplo sencillo. No son iguales 100 kilómetros recorridos por autopista a una velocidad constante que recorridos por ciudad teniendo que maniobrar y parando regularmente en semáforos. El kilometraje también obvia al conductor. Independientemente del tipo de ruta recorrida, nunca será igual el estado de un coche conducido por un conductor prudente que por uno que lleva la maquina al límite.
Vayamos a otro caso extremo, pues menos kilometraje no es siempre mejor. Un automóvil que no ha salido del garaje y prácticamente no se ha usado estará en peores condiciones que uno utilizado a diario. Es por esto que dudamos del valor de preguntar por el kilometraje al comprar un coche usado.
Entonces, ¿por qué preguntamos por el kilometraje durante la compra de un coche usado?
El motivo por el que se pregunta por el kilometraje es fácil de explicar. Al preguntar por los kilómetros obtenemos una respuesta numérica. Es fácil saber que kilometraje es mayor que otro. Incluso, aunque los cuentakilómetros se pueden trucar, siempre está la opción de comprobarlo y saber la verdad.
En contraposición, preguntar por el tipo de vía que ha recorrido o la forma de conducir del actual propietario es información subjetiva. Nunca habrá una respuesta fácil y requiere que el comprador la analice para extraer conclusiones. Sin contar con que siempre es más fácil mentir sobre qué uso se le ha dado al vehículo de segunda mano que sobre el kilometraje.
Fuentes: Autofacil, GarantiPLUS, y Canva.
