La garantía mecánica se encarga de reparar ciertas averías que sufra el vehículo. En el caso de un coche comprado a un particular la garantía se hace cargo de las averías graves cuyo origen sea previo a la entrega. Si el automóvil ha sido comprado a un profesional de la compraventa la garantía cubre tanto las averías graves previas a la entrega como las averías de origen fortuito.
Aunque las coberturas de la garantía vienen definidas por la ley y quedan claras, es necesario que alguien demuestre que la avería debe ser cubierta. Esta obligación recibe el nombre de “carga de prueba” y varía dependiendo del tiempo que haya pasado desde la venta.
¿Sobre quién recae la carga de prueba?
Durante los seis primeros meses desde la entrega del coche la carga de prueba recae en el vendedor. Es él quién, en caso de avería, debe demostrar que entregó el vehículo en buen estado o que el daño se debe a una negligencia por parte del nuevo propietario. En el caso de que pueda demostrarlo, la garantía no debe hacerse cargo de la reparación.
A partir de los primeros seis meses la carga de prueba es responsabilidad del nuevo propietario del vehículo. Debe ser este quien demuestre que la avería debe ser cubierta por la garantía mecánica.
La carga de prueba es un concepto muy relevante respecto a la garantía del coche y que muchos usuarios desconocen completamente. Al ser consciente de las condiciones, requisitos y responsabilidades de este término se puede sacar el máximo provecho a la garantía.
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Fuentes: GarantiPLUS y Canva.
