En la venta de vehículos las historias suelen estar protagonizadas por las marcas y modelos más vendidos. Sin embargo, en el siguiente artículo queremos girar la mirada en la dirección contraria. Queremos contemplar aquellos coches que los concesionarios no logran vender y preguntarnos qué hacen con ellos.
Aunque puede resultar obvio, el concesionario no puede devolver el automóvil a fábrica. Por si fuera poco, no es común que el profesional haya pagado sin más los coches a la marca. Lo más común es que se haya procedido a una financiación. Esto hace más grave no vender el coche, pues el vendedor está pagando intereses por un auto que no ha vendido.
La segunda vida de los vehículos que los concesionarios no han logrado vender
La primera opción para los vendedores que no logran comercializar un coche es cambiarlo de zona geográfica. En la venta de vehículos existen tendencias diferenciadas entre regiones y se pueden aprovechar para dar salida a vehículos difíciles de vender. Por norma general estos movimientos se hacen a través de la compraventa entre profesionales a no ser que el vendedor pertenezca a una cadena de concesionarios.
Si esto no se consigue se procede a técnicas de venta “agresiva”. Dos ejemplos de estas técnicas son los descuentos muy altos o los grandes incentivos para el vendedor. El objetivo es vender cuánto antes un automóvil que solo ocupa lugar. Otra opción es venderlo directamente a empresas de subastas.
Otra alternativa es la de utilizar internamente ese coche que no hay forma de vender. Nos referimos a usarlo como vehículo de empresa o a modo de préstamo para cierto tipo de clientes. Una vez desempeñada la función, el automóvil acaba en el mercado de segunda mano.
Fuentes: Computer Hoy, GarantiPLUS y Canva.
